Declaración de FIGO: Dr. Meriam Yehya Ibrahim
Declaración en nombre de la Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia ("FIGO")
La Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia (FIGO) es la única organización mundial que agrupa a obstetras y ginecólogos. Tiene asociaciones miembro en 125 países / territorios.
FIGO se dedica a la mejora de la salud y los derechos de las mujeres, y a la reducción de las disparidades en la atención médica disponibles para las mujeres y los recién nacidos, así como a avanzar en la ciencia y la práctica de la obstetricia y la ginecología. La organización persigue esta misión mediante actividades de promoción, actividades programáticas, fortalecimiento de la capacidad de las asociaciones miembro, educación y capacitación.
FIGO está extremadamente preocupado al enterarse del caso de la Dra. Meriam Yehya Ibrahim, una doctora embarazada que ha sido condenada a la horca en Sudán. Entendemos que su presunto "crimen" es que, aunque tiene un padre musulmán, fue criada como cristiana y se había casado con un cristiano de Sudán del Sur. Además, la doctora Ibrahim será azotada por adulterio por su matrimonio con un hombre no musulmán.
Como representamos a la comunidad mundial de obstetras y ginecólogos, FIGO está comprometida con el cuidado de las mujeres en todo el mundo, sin tener en cuenta las fronteras nacionales. Creemos que los obstetras y los ginecólogos tienen la responsabilidad social de promover y proteger la salud y los derechos de las mujeres. Como tal, no podemos esperar mientras una mujer embarazada, que también es la madre de un niño pequeño, sea objeto de persecución injustificada y amenaza de muerte.
Creemos que las acciones sudanesas planificadas son una grave violación de los derechos humanos en todos los niveles y este caso requiere una intervención inmediata para salvar la vida del Dr. Ibrahim. Entendemos que la "Declaración de El Cairo sobre los Derechos Humanos en el Islam", emitida por los Ministros de Relaciones Exteriores de la Organización de la Conferencia Islámica (OIC) en 1990 no aprueba esta forma de castigo por tal acto y que la Unión de Médicos de Sudán ha condenado tal acto inhumano
Esto no es una cuestión de tolerancia religiosa a la interpretación, sino, a nuestro juicio, una cuestión de derechos humanos básicos.
Es importante que no solo se le otorgue libertad inmediata al Dr. Ibrahim, sino que también se detenga cualquier consideración de sentencias similares en el futuro.
Profesor Sir Sabaratnam Arulkumaran
presidente