Declaración de FIGO sobre la cesárea (2007)

FIGO apoya la opinión de que la maternidad, para la gran mayoría de las mujeres en todo el mundo, es un proceso fisiológico normal influenciado por la cultura, las tradiciones, la religión y los factores psicosociales.

Además, FIGO afirma que la maternidad es un evento familiar que requiere como punto de partida un modelo de atención orientado a la salud más que a la enfermedad de los proveedores.

La capacidad de ofrecer el parto por cesárea es esencial para la atención segura de la maternidad. En los países pobres sigue habiendo una carga sustancial de muerte materna y fetal debido a la falta de acceso a un parto por cesárea seguro. A nivel internacional, las recomendaciones sobre indicaciones maternas y fetales para el parto por cesárea continúan evolucionando a la luz de los resultados de la investigación. Sin embargo, algunos países han experimentado un recurso cada vez mayor al parto por cesárea por indicaciones no médicas. FIGO considera que la intervención quirúrgica sin una justificación médica queda fuera de los límites de la mejor práctica profesional. El parto por cesárea debe realizarse solo cuando esté indicado para mejorar el bienestar de las madres y los bebés y mejorar los resultados.

FIGO respeta a las mujeres como participantes activas en las decisiones que afectan su atención médica. Tomar decisiones informadas sobre el uso o no uso de intervenciones como la cesárea requiere que las mujeres tengan información actualizada, completa y comprensible sobre los riesgos y beneficios de las intervenciones propuestas.

FIGO hace un llamado a los obstetras individuales para ofrecer a las mujeres atención de parto basada en evidencia dentro de un marco de práctica profesional. FIGO exhorta a los responsables de la provisión de servicios de maternidad públicos y privados a facilitar los mejores estándares de práctica profesional al permitir la participación del personal en la educación médica continua, los procesos de revisión como la auditoría clínica y la investigación de resultados. Los sistemas de salud necesitan abordar completamente los requisitos de infraestructura para el parto operativo seguro, incluida la anestesia, la prevención de infecciones adquiridas en el hospital y la transfusión de sangre segura.

Todos los profesionales y formuladores de políticas de salud comparten la responsabilidad de la prestación integral de servicios de maternidad que permita a las mujeres acceder a la atención adecuada de manera oportuna. No se debe negar a las mujeres el acceso a cesáreas cuando sea necesario por falta de fondos o infraestructura; tampoco deberían ser presionados para tener una cesárea debido a la falta de atención profesional para mantener un parto y parto normales.

Aprobado el 23 de enero de 2007 por la Junta Ejecutiva de FIGO