Aspectos éticos de la cirugía genital estética femenina

Las cirugías genitales estéticas en mujeres -como la labioplastia, la reducción del capuchón del clítoris, la himenoplastia, la vaginoplastia y los procedimientos con láser- han experimentado un notable aumento de popularidad en los últimos años. En respuesta, el Comité de Aspectos Éticos de la Reproducción Humana y la Salud de la Mujer de la FIGO ha publicado una nueva declaración en el International Journal of Gynecology & Obstetrics (IJGO), en la que plantea serias preocupaciones éticas, médicas y sociales. El comité pide más cautela y una atención al paciente mejor informada.
Entre las recomendaciones figuran:
- Garantizar que los pacientes comprendan que los procedimientos genitales estéticos no están indicados desde el punto de vista médico.
- Informar sobre las variaciones naturales de la anatomía genital.
- Detectar problemas psicológicos subyacentes, como el trastorno dismórfico corporal.
- Evitar las intervenciones quirúrgicas en adolescentes a menos que estén plenamente justificadas.
- Fomentar la transparencia en la comercialización y desalentar las afirmaciones engañosas.
"Los procedimientos genitales cosméticos son éticamente permisibles si se cumplen cuatro criterios éticos esbozados por la FIGO; (1), no es médicamente necesario, (2), existe validación clínica basada en la evidencia que demuestre la seguridad y eficacia del procedimiento, (3), los riesgos y complicaciones deben minimizarse, (4), el paciente debe dar su consentimiento informado y voluntario.
Debido a la falta de pruebas sólidas que respalden la afirmación de que la cirugía genital estética es segura y eficaz, no se cumple el segundo criterio. En consecuencia, la FIGO afirma que es éticamente inapropiado que los ginecólogos obstetras recomienden, realicen o deriven pacientes para estos procedimientos."
Dra. Lourdes Capito, autora principal
La declaración hace hincapié en que estos procedimientos no son médicamente necesarios y a menudo conllevan riesgos como infecciones, insatisfacción con los resultados y cambios en la función sexual. También se profundiza en principios éticos clave como la autonomía, la no maleficencia y la justicia. Aunque es vital respetar el derecho de la mujer a tomar decisiones sobre su cuerpo, el documento destaca cómo las presiones sociales pueden distorsionar la toma de decisiones autónoma. El potencial de daño físico, angustia psicológica y aumento de las disparidades sanitarias -especialmente entre adolescentes- exige una consideración ética cautelosa.
Esta exhaustiva revisión insta a los médicos a dar prioridad a la atención basada en pruebas, la información precisa y la responsabilidad ética por encima de los intereses comerciales. De este modo, los profesionales sanitarios pueden ayudar a las mujeres a tomar decisiones realmente informadas, protegiendo al mismo tiempo su bienestar físico y psicológico.
Lea el artículo completo en IJGO para explorar el análisis detallado y la orientación ética proporcionada por la FIGO y sus socios globales.