Convertir las directrices basadas en pruebas en efectos en la vida real

En 2022, la Organización Mundial de la Salud (OMS) actualizó sus directrices para la atención del aborto, ampliando su alcance para incluir recomendaciones basadas en la evidencia en aspectos legales, normativos, políticos y de prestación de servicios de atención del aborto.
Desde entonces, la FIGO ha desempeñado un papel fundamental en la difusión de estas recomendaciones y en el apoyo a nuestras sociedades miembro para ponerlas en práctica. La OMS ha publicado recientemente un estudio de caso para arrojar luz sobre el éxito del Proyecto de Autogestión del Aborto de la FIGO, dirigido en colaboración con ZAGO. La historia ilustra la importancia de adaptar las directrices globales a los contextos locales y las situaciones del mundo real, compartiendo lecciones útiles aprendidas y valiosos conocimientos para otros que pretendan implementar esfuerzos similares.

En Zambia, las mujeres y niñas que desean abortar deben tener una consulta inicial con un clínico para determinar su elegibilidad, pero pueden autoadministrarse medicamentos abortivos fuera de un centro de salud hasta las 10 semanas de gestación si así lo prefieren.sin embargo, a pesar de las disposiciones legales sobre el aborto y la reciente introducción del aborto autogestionado, las tasas de aborto inseguro, con graves consecuencias para la salud de las mujeres, siguen siendo obstinadamente altas.
Nuestro proyecto, de un año de duración, se centró en identificar y eliminar las barreras al acceso al aborto autogestionado en el país para, en última instancia, mejorar el acceso a una atención al aborto segura, oportuna, asequible y centrada en la persona para todo el mundo. El proyecto aprovechó las relaciones bien establecidas de ZAGO con las principales partes interesadas en el gobierno y la comunidad para acelerar el progreso, logrando avances significativos en un corto período de tiempo.