Día internacional de la comadrona

Las matronas son esenciales para lograr la salud mundial materna y neonatal y para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio Cuatro y Cinco, para reducir la mortalidad infantil y materna.   Constituyen un gran porcentaje de las parteras calificadas del mundo y cuidan a millones de mujeres y recién nacidos cada año. Un elemento importante del sistema de atención primaria de salud, las parteras son actores clave para mejorar la salud materna en todo el mundo.  

El Día Internacional de la Matrona se inició formalmente en 1992 con el objetivo de celebrar y crear conciencia sobre la práctica de la partería y su importancia para lograr los objetivos mundiales de salud.  

El papel de las parteras es único en el sentido de que ayudan y acompañan a las mujeres durante sus embarazos, nacimientos y períodos posteriores al parto.   Esta continuidad de atención les permite ayudar a las mujeres a tener experiencias positivas de parto con resultados saludables tanto para la madre como para el recién nacido.   Las parteras comúnmente brindan educación sobre diferentes opciones con respecto a la experiencia del embarazo y el parto, atención prenatal y postnatal, atención especializada al momento del nacimiento, manejo y derivación para cualquier complicación de salud, apoyo emocional, educación nutricional, apoyo a la lactancia materna y asistencia con la planificación familiar y espaciado.   Este modelo holístico puede ayudar a las mujeres y los recién nacidos a lograr resultados de salud óptimos, así como sentimientos positivos sobre la experiencia del parto.  

En este momento, hay 13 países que representan el 67% de las muertes maternas, todos los cuales son países de bajos recursos, principalmente en África Subsahariana.   Se sabe que la asistencia calificada en el momento del nacimiento disminuye significativamente las posibilidades de muerte materna o neonatal.   Las matronas son a menudo la columna vertebral de los servicios de salud reproductiva en entornos de bajos recursos y se necesitan más para contrarrestar la escasez de trabajadores de salud calificados.   Retener y capacitar a las parteras en las habilidades necesarias para manejar emergencias obstétricas, como el manejo activo de   La tercera etapa del trabajo de parto son iniciativas importantes que tienen un impacto directo en la vida de las mujeres, así como en los casos mundiales de muertes evitables.     

FIGO quisiera destacar seis buenas razones para que los obstetras y ginecólogos, como individuos y como sociedades, colaboren estrechamente con las parteras y ayuden a fortalecer las asociaciones de parteras.   

  • Credibilidad. En el trabajo a nivel nacional, una asociación entre dos colaboradores principales en salud materna y neonatal aumenta la credibilidad. Confirma el compromiso con la causa general y reduce la sospecha de actuar en interés propio.
  • Sustentabilidad. Lograr resultados en las áreas de salud y derechos sexuales y reproductivos materno-neonatales y otras requiere un trabajo sistemático durante largos períodos de tiempo. Trabajar juntos aumenta las posibilidades de mantener la energía y la inspiración a lo largo del tiempo.
  • Complementarse mutuamente en competencia. Los obstetras-ginecólogos y las parteras tienen diferentes fortalezas y diferentes roles y competencias profesionales. Trabajar juntos en proyectos y actividades definidas puede hacer que estas fortalezas diferentes actúen en sinergia para un efecto general más fuerte.
  • La creación de redes. Las parteras y los obstetras-ginecólogos a menudo tienen diferentes canales a través de los cuales se conectan, por ejemplo, en el gobierno, dentro del sistema de salud y con otros socios nacionales. La colaboración significa, por lo tanto, el acceso a una red conjunta más grande.  
  • Perspectivas diferentes. Los médicos y las parteras no solo tienen una formación diferente, sino que a menudo tienen antecedentes diferentes. También pueden ver diferentes partes de la sociedad y los desafíos nacionales en diferentes grupos de población. Los puntos de vista colectivos enriquecerán la acción conjunta.
  • Fortalezas organizacionales. Debido a una serie de problemas, las sociedades jerárquicas y ginecológicas obstétricas y financieras tradicionales son, a veces, organizacionalmente más fuertes que la sociedad nacional de partería respectiva. Reemplazar aspectos de la rivalidad profesional con intereses mutuos para fortalecerse mutuamente debería ser un objetivo general para mejorar la salud de las mujeres y los recién nacidos en todo el mundo.