La provisión de anticonceptivos* es fundamental para el derecho humano básico de las mujeres a decidir si quieren tener uno o varios hijos.¹ Es un componente clave necesario para lograr la igualdad de género. También es esencial apoyar la toma de decisiones informadas sobre el momento, el número y el espacio de tiempo entre los embarazos. Proporcionar servicios y atención en anticoncepción integrales es, por tanto, de suma importancia para la salud y el bienestar de las mujeres, adolescentes y niños. Por el contrario, la imposibilidad de acceder a anticonceptivos tiene consecuencias personales, sociales, económicas y de salud pública devastadoras.

Garantizar el acceso a la información y a los servicios de anticoncepción debe abordarse en todas las etapas de la vida. Solamente mediante la protección y provisión de opciones individuales y empoderamiento, la anticoncepción puede contribuir a mejorar la salud y los resultados económicos de las personas en edad reproductiva en todo el mundo. La provisión de métodos anticonceptivos es también una estrategia clave para reducir las muertes y discapacidades maternas. Estudios sugieren que abordar la necesidad insatisfecha en materia de anticoncepción como única intervención podría reducir las muertes maternas en el mundo hasta en un 30 %.² Además, los intervalos cortos entre embarazos se han asociado con anemia materna, bebés pequeños para su edad gestacional, partos prematuros y un aumento de la mortalidad infantil y la malnutrición.^3-7 

Prioridades estratégicas

La Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia (FIGO) y la Confederación Internacional de Matronas hacen un llamado urgente a los ginecólogos y obstetras y a las matronas en todos los niveles de la práctica, en hospitales y comunidades –ya sea en el sector gubernamental (público) o en los sectores sin fines de lucro o privado– para que den prioridad y se comprometan activamente de las siguientes maneras para garantizar la provisión de métodos anticonceptivos para todos.

• Integrar la anticoncepción respetuosa y centrada en la persona en los servicios de atención sexual, reproductiva, materna y para adolescentes, así como en la atención obstétrica y neonatal.
• Dar prioridad al acceso equitativo a la provisión de métodos anticonceptivos posparto y posaborto.
• Proporcionar educación y acceso a los anticonceptivos las poblaciones marginadas y desatendidas, como migrantes, refugiados y desplazados, adolescentes, miembros de la comunidad LGBTQ+, personas con discapacidad, minorías raciales y étnicas y personas que viven en extrema pobreza. 

Integración de servicios 

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda iniciar la consejería anticonceptiva durante las visitas iniciales de atención prenatal en los centros de salud o en los controles de embarazo en la comunidad.⁸ Esto es crucial, ya que el 75 % de las mujeres acuden a la matrona o al ginecólogo u obstetra al menos una vez durante el embarazo y, a menudo, en las visitas posparto.⁹ La integración de los servicios de anticoncepción en los servicios prenatales, intraparto, posparto, posaborto y de salud materna y neonatal es una estrategia clave para mejorar los indicadores de salud materna y neonatal en futuros embarazos. Esta estrategia también podría aumentar el uso de anticonceptivos posparto hasta en un 14 %.^5,9–12

Puede haber oportunidades adicionales para integrar la provisión de métodos anticonceptivos en los servicios básicos e integrales de atención obstétrica y neonatal de emergencia (AONEm). Entre ellos se incluye el suministro de métodos anticonceptivos modernos, incluidos los métodos reversibles de acción prolongada (dispositivos intrauterinos, implantes) tras emergencias obstétricas. Esto incluye la anticoncepción después de un parto vaginal, una cesárea, un aborto o un aborto espontáneo.

Dar prioridad a la atención posparto

La mayor necesidad no satisfecha de anticoncepción se da entre las puérperas, por lo que establecer conversaciones prenatales sobre la anticoncepción es fundamental si queremos superar esta necesidad.^5,13,14 En muchos entornos, la atención durante el parto y el posparto puede ser el único momento en que una mujer sana entra en contacto con un ginecólogo, obstetra o matrona. Esto brinda una oportunidad ideal para el asesoramiento sobre anticoncepción, sobre todo porque es poco probable que muchas mujeres busquen atención posterior específicamente para recibir asesoramiento anticonceptivo.¹⁵ Estudios han descubierto que es más probable que las mujeres que reciben consejería anticonceptiva tras el parto o el aborto acepten un método anticonceptivo y lo utilicen a largo plazo.^10,16,17 Por ello, el período posparto representa un reto especial y un punto de contacto crucial para que los profesionales de la salud ofrezcan servicios de anticoncepción y optimicen el asesoramiento y la atención dentro del sistema de salud. Pasar a la anticoncepción posparto inmediata, en lugar de la anticoncepción en el período posparto prolongado, puede aportar mayores beneficios.

Apoyo a las poblaciones marginadas y desatendidas

Las adolescentes y las mujeres jóvenes representan un grupo demográfico crucial para la provisión de métodos anticonceptivos: se enfrentan a una necesidad no satisfecha de anticoncepción del 43 %.⁴ Si se abordara esta cuestión, podrían reducirse los embarazos no deseados en al menos 6 millones al año.¹⁸ Se requiere para ello una educación sexual holística e integral, una integración de las evaluaciones de las necesidades de anticoncepción en las consultas de atención primaria y una formación continua de los profesionales de la salud.^19,20 Otras poblaciones marginadas,como las mujeres desplazadas o que viven en zonas de conflicto y zonas afectadas por el clima, los miembros de la comunidad LGBTQ+ y las personas con discapacidadpueden requerir consejería personalizada y métodos anticonceptivos basados en los criterios médicos de elegibilidad de la OMS y en sus necesidades específicas. La provisión de métodos anticonceptivos es fundamental en entornos humanitarios. Debe garantizarse el acceso a la consejería y a la provisión de métodos anticonceptivos en diversos idiomas y formatos. Se debe hacer hincapié en el derecho humano universal y básico a la anticoncepción sin coacciones.⁸

La fortaleza de la unión entre ginecólogos, obstetras 
y matronas: simbiosis para ofrecer los mejores 
cuidados y resultados

La ICM y la FIGO se comprometen a apoyar el incremento de los servicios integrales de salud reproductiva inclusivos, equitativos, accesibles y de alta calidad, incluida la atención en anticoncepción. La colaboración entre ginecólogos, obstetras y matronas es esencial para ofrecer los mejores cuidados y resultados para las mujeres.

Los ginecólogos, los obstetras y las matronas desempeñan un papel clave en la educación de las mujeres y sus familias sobre los beneficios y los efectos secundarios de los métodos anticonceptivos, disipando mitos y abordando tabúes. Están en una posición ideal para ofrecer la información, el apoyo y la atención necesarios para prevenir embarazos no deseados o inoportunos. Además, están preparados para ayudar a las mujeres a tomar decisiones informadas sobre anticoncepción y proporcionar el servicio anticonceptivo más adecuado en todas las etapas de la vida, incluida la orientación anticipatoria durante los períodos prenatal, intraparto y posparto. La comunicación eficaz con las mujeres y sus familias –teniendo en cuenta factores como las creencias religiosas, las normas culturales y las desigualdades de género– es clave para facilitar la toma de decisiones informadas.

La ICM y la FIGO recomiendan conjuntamente que los métodos anticonceptivos apropiados se traten y se pongan a disposición inmediatamente después del parto, incluidos los métodos de amenorrea de la lactancia, los dispositivos intrauterinos, los preservativos y la esterilización.²¹ También destacan como algo importante la necesidad de que los profesionales de la salud conozcan los Criterios Médicos de Elegibilidad específicos de la OMS para las poblaciones de posparto y lactancia.²² 

Acciones para las sociedades de ginecología y obstetricia y las asociaciones de matronas 

La FIGO y la ICM se comprometen, promueven y defienden la provisión de métodos anticonceptivos después del embarazo como un medio fundamental para abordar y reducir la mortalidad materna e infantil en todo el mundo. Juntas, nuestras organizaciones señalan las siguientes oportunidades clave para que las matronas, los ginecólogos y los obstetras trabajen en colaboración para abordar las necesidades anticonceptivas de forma integral y holística:

• Educar y desarrollar capacidades a todo nivel de la provisión de atención de salud, incluidos los centros y las comunidades, haciendo hincapié en la educación previa al servicio y durante el servicio y en la capacitación de ginecólogos, obstetras y matronas. Es fundamental destacar la importancia de la educación y la capacitación continuas basadas en competencias.
• Difundir y aplicar recomendaciones sobre anticoncepción posparto y posaborto, garantizando que las mujeres reciban los conocimientos y los recursos adecuados.
• Defender el acceso universal a métodos y servicios anticonceptivos que sean adecuados, accesibles, inclusivos, equitativos, asequibles y rentables. Defender la inclusión de información sobre anticoncepción y salud preconcepcional en los programas de educación y promoción de la salud de los adolescentes. 
• Amplificar las otras voces del sector mediante el respeto y la colaboración interprofesional. Es crucial que las matronas, los ginecólogos y los obstetras reconozcan la importancia y el valor de las contribuciones de sus respectivas profesiones a la hora de proporcionar una atención óptima.
• Participar en los esfuerzos para influir en la regulación, la planificación estratégica, la evaluación de políticas y la revisión de directrices clínicas nacionales. Reconocer la importancia de mejorar las vías de derivación para la provisión de métodos anticonceptivos que beneficien a los servicios prestados tanto por matronas como por ginecólogos y obstetras, con la meta final de mejorar la facilidad de acceso y obtener resultados positivos para las mujeres.

Recursos adicionales de la Organización Mundial de la Salud

• Recomendaciones sobre prácticas seleccionadas para el uso de anticonceptivos²³ 
• Planificación familiar: Manual global para proveedores⁸ 
• Conjunto de herramientas de planificación familiar y atención integral del aborto para el personal de salud de atención primaria²⁴

* La provisión de métodos y servicios de anticoncepción con fines de control de la natalidad o planificación familiar.