Enfermedades no transmisibles y COVID-19

Es importante considerar el impacto potencial de la hiperglucemia y la hipertensión preexistentes en el resultado de COVID-19 en mujeres embarazadas. Actualmente, existen mayores riesgos de infección y peores resultados, incluida una mortalidad muy alta, entre la población de edad avanzada y aquellos con comorbilidades como la hipertensión y la diabetes en esta pandemia global.

Actualmente no hay estudios que nos guíen sobre las preocupaciones clínicas de las comorbilidades en el embarazo, pero en base a la evidencia de casos no embarazados, es lógico suponer que existe un riesgo potencial de exhibir manifestaciones clínicas más graves en mujeres embarazadas con hipertensión o hiperglucemia. Debido a que los pacientes con hiperglucemia e hipertensión requieren una monitorización más estrecha y visitas más frecuentes en el sistema de atención médica, tienen un riesgo mayor de adquirir COVID-19.

Hasta la fecha, con resultados clínicos limitados, no hay información sobre comorbilidades y COVID-19, y no hay ninguna sugerencia del SARS de que los pacientes con comorbilidades tengan una mayor incidencia de adquirir tales infecciones.

El estrés de la infección, acompañado de ansiedad severa y el uso de altas dosis de corticosteroides, tiene el potencial de empeorar el control glucémico y podría aumentar el riesgo de infecciones secundarias. Del mismo modo, actualmente no hay evidencia para orientar sobre el desarrollo de complicaciones del embarazo, como la preeclampsia.

Es importante destacar que uno de cada siete embarazos se ve afectado por la hiperglucemia y uno de cada diez se ve afectado por la hipertensión. Estas consideraciones deben tenerse en cuenta en la evaluación clínica y el manejo. La recopilación de datos, las observaciones y los resultados compartidos durante este tiempo de prácticas en rápida evolución son fundamentales para tomar decisiones informadas.

En este punto, el manejo clínico de estas afecciones debe seguir los protocolos establecidos que incluyen la detección de preeclampsia y el inicio de la profilaxis con aspirina. Las mujeres con hiperglucemia preferiblemente deben recibir insulina en caso de que se requiera tratamiento médico. FIGO puede servir como un depósito clínico de información, ya que los médicos de cada uno de nuestros países comparten observaciones en tiempo real.