
Al conmemorar el 20.º aniversario de la adopción del Protocolo de la Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos con relación a los Derechos de las Mujeres en África (el Protocolo de Maputo), quienes suscribimos expresamos nuestro reconocimiento a los logros en la promoción de los derechos de mujeres y niñas en el continente. Este instrumento jurídico ha establecido un marco integral que establece las normas que deben seguir los Estados para promover y proteger los derechos de las mujeres.
¿Qué es el Protocolo de Maputo?
El Protocolo de la Carta Africana sobre los Derechos de la Mujer en África, a menudo denominado "Protocolo de Maputo", fue adoptado por los Jefes de Estado en Maputo, Mozambique, el 11 de julio de 2003.
18 de enero de 2023, Livingstone, Zambia
La Carta de Livingstone sobre la atención segura del aborto reafirma el compromiso de las sociedades de obstetricia y ginecología en sus respectivos países de reforzar el acceso de las mujeres y las niñas a la atención segura del aborto. Lo haremos creando entornos propicios en los que los sistemas sanitarios funcionen y los profesionales de la salud estén capacitados para satisfacer las necesidades y los derechos de las mujeres y las niñas a las que atendemos.
La despenalización del aborto consiste en la erradicación de las sanciones penales específicas que establece la ley contra la práctica del aborto. Esto no significa que la prestación de los servicios para el aborto no esté cuidadosamente regulada, sino que se modifiquen las leyes, así como las políticas y las regulaciones relacionadas, a efectos de que ninguna persona sea sancionada, ya sea por realizar un aborto seguro o bien por someterse a uno.
El Parlamento de Benin aprobó una nueva enmienda legal a la Ley de salud sexual y reproducción (SSR) de 2003 el miércoles 20 de octubre de 2021, que es un paso muy necesario para abordar las muertes maternas evitables y la discapacidad sufrida por mujeres, niñas y sus familias debido a abortos inseguros. .
El derecho a la salud sexual y reproductiva (SSR) es parte esencial del derecho a la vida, el derecho a la salud, el derecho a la educación y el derecho a la igualdad y la no discriminación. 1 El acceso a los servicios de salud sexual y reproductiva es un componente fundamental para permitir que las mujeres y las niñas alcancen los más altos estándares de salud y bienestar.
Casi uno de cada cuatro embarazos en el mundo termina en un aborto inducido todos los años, lo que se traduce en unos 55 millones de abortos.[1] Los abortos son necesarios por diversos motivos, en particular, el embarazo no deseado debido a la falta de acceso a la anticoncepción, fallas en los métodos anticonceptivos, anomalías fetales o porque el embarazo fue consecuencia de un abuso sexual. La evidencia clínica sugiere que las mujeres y niñas que se someten a un aborto recuperan rápidamente la fertilidad.
En el mundo, apenas el 10-15% de los abortos se realizan después de las 12 semanas de embarazo. Sin embargo, representan dos tercios de las complicaciones graves relacionadas con el aborto. Durante las últimas dos décadas, los métodos abortivos tanto con medicamentos como quirúrgicos durante ese periodo gestacional se han hecho cada vez más seguros y accesibles[i].
El aborto con medicamentos en el domicilio se ha convertido en un método de rutina para la interrupción temprana del embarazo en todo el mundo durante la última década.